Tabla de contenidos
Definir los valores de una empresa no es una tarea sencilla. De hecho, muchas veces se comete un error muy común: confundir los valores personales con los valores organizacionales. A lo largo de mi experiencia trabajando con PYMES, especialmente familiares, me he encontrado con CEOs y directores que creen que sus propios valores deben ser los mismos que los de la empresa. Y aunque hay un cruce inevitable entre los dos, los valores empresariales deben reflejar algo más grande que la personalidad de su líder; deben ser la base sobre la cual la empresa opera de manera coherente y eficiente.
"Una cita de Nielsen destaca que las empresas con una cultura bien alineada entre sus valores y sus objetivos estratégicos pueden aumentar el compromiso de los empleados en hasta un 40%. Esto demuestra la importancia de tener valores bien definidos, no solo para mejorar el clima laboral, sino también para lograr resultados empresariales tangibles."
Errores Comunes al Definir los Valores Empresariales
Uno de los errores más frecuentes es creer que los valores se definen en función de lo que “suena bien”. Algunas empresas se llenan de palabras grandilocuentes como «innovación» o «liderazgo», cuando en la práctica esos valores no son algo que guíe sus decisiones diarias. Otro error habitual es definir demasiados valores. Un conjunto de valores empresariales debe ser claro, concreto y limitado a los principios esenciales. Si tienes una lista interminable, es probable que ninguno de esos valores realmente se viva en el día a día.
Un estudio de Harvard Business Review resalta que “los valores no son declaraciones decorativas, sino principios que deben guiar el comportamiento organizacional en todas las áreas”
De lo contrario, corremos el riesgo de que los empleados no los comprendan o simplemente los ignoren.
Alinear la Cultura con la Misión, Visión y Valores
Una vez que hemos definido la misión, visión y valores de una empresa, el siguiente paso es asegurarnos de que estos elementos estén integrados en la cultura organizacional. Esto implica que los valores no solo estén escritos en las paredes o en el manual de empleado, sino que guíen las decisiones diarias de la empresa. Desde la contratación hasta la toma de decisiones estratégicas, los valores deben estar presentes en cada acción.
Si quieres descubrir cuáles son los valores reales de tu empresa y cómo integrarlos efectivamente, te invito a que explores mi programa de NeuroCultura Empresarial. En él, no solo trabajamos en definir los valores, sino también en asegurarnos de que se vivan día a día en tu organización.
Conclusión
Definir los valores empresariales no es un ejercicio trivial. Es un paso fundamental para crear una cultura organizacional sólida y para asegurar que cada decisión y comportamiento dentro de la empresa esté alineado con su misión y visión. Recuerda: una empresa sin valores claros está navegando sin un mapa. Si quieres asegurarte de que tu organización esté en el camino correcto, necesitas comenzar por definir esos valores fundamentales.
Y como siempre digo, lidera con cerebro y corazón… y nunca subestimes el poder de unos buenos valores.
¿Te gustaría trabajar conmigo?
Escríbeme a hola@gladyskali.com
o reserva una primera consulta gratuita de 30min aquí.
